La obesidad, la carencia de alimentos saludables en el día a día y el que los niños no prueben nuevos alimentos son, entre otros, algunos de los problemas que afectan a la población infantil. Por eso los papás y mamás, se preocupan cada vez más, por condicionantes que afectan directamente a la alimentación y a la salud de sus hijos.
El ritmo de vida actual y otros factores socioeconómicos influyen directamente en poder cumplir con el patrón alimenticio idóneo de los niños pequeños. Es muy importante cuidar la alimentación de nuestros hijos. En esta edad temprana, es cuando damos ejemplo en la implantación de hábitos saludables. Creando las costumbres familiares, la preferencia a determinados alimentos, desarrollando sus gustos y nutriendo una relación positiva con la comida. Así, colaboramos en la prevención de patologías asociadas en la edad adulta.
Estas pueden ser las principales preocupaciones de los papás sobre alimentación infantil: que el niño coma demasiado o no coma lo suficiente; que consuma una cantidad adecuada de nutrientes; los excesos de sal y azúcar en las comidas; encontrar alimentos procesados más saludables en el mercado; que la alimentación fuera de casa sea la adecuada (guarderías, escuelas, campamentos…); que los niños adquieran hábitos saludables sin sensación de presión.
Son muchos los factores a tener en cuenta para diseñar una alimentación saludable y poder cubrir con las necesidades de los más pequeños de la casa. Por ello, los papás y mamás deben ser muy exigentes a la hora de decidir la alimentación de sus hijos. Haciendo que el momento de la comida sea placentero. Por lo que se come, y por lo que se genera en torno a la mesa.
Comer toda la familia junta al menos una vez al día, es el primer paso.
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